Patakie: Los diez
centavos.
Ofun funda / ofun
ogunda
Barakayi y Eyigey eran
dos amigos, que siempre andaban juntos, en la risa y en el llanto o sea en las
fiestas y en los momentos duros que el hombre tiene en la vida. Barakayi era un
hombre práctico, un poco recto en sus asuntos, jamás se inmiscuya en los
asuntos ajenos y la envidia y el orgullo, para él era todo lo contrario a su amigo, un hombre malhumorado, pendenciero y egoísta, inconforme e inmodesto.
Un dia hablaban estos amigos, de la mala suerte que venía atravesando y parece
cosa del destino que los dos hombres no tenían más que diez centavos cada uno
en sus respectivos bolsillos y fue que entonces que Barakayi le dijo a su amigo Eyigey que iba a
verse con orunmila, para hacerse osodde, para ver si cambiaba su suerte y este
le contestó: ve tu a gastar tu dinero en esas cosas, que yo el mio lo voy a gastar en algo para comer. Barakayi llego a casa de orunmila,
el cual le hizo osode y le vio y le dijo: tienes que hacer ebbo y despues que
lo hagas te tienes que ir sin rumbo fijo y a donde tu llegues harás tu
felicidad. Orunmila le hizo ebbo y sabiendo lo pobre que este era, orunmila le
devolvió el dinero que había cobrado diciéndole, toma esto para que tengas algo
para el viaje. Barakayi salió y orunmila lo bendijo, oma ire omo ki olodumare,
ageo ki bokuo osa ageo. Él anduvo todo el dia y parte de la noche, donde llegó
a un lugar muy pintoresco ya que por ambos lados había agua, de un lado un río
y del otro lado el mar y como Barakayi estaba cansado y sediento, cogió su
sombrero para coger agua para beber y al agacharse se le cayó la pieza de dinero que orunmila le habia
devuelto, cuando terminó de tomarse el agua le dio las gracias a olofin y a los
orichas por haber podido llegar a aquel lugar tan divino para poder beber un
poco de agua y poder descansar. En aquel lugar se durmió encima de los arrecifes
y soñó que le tiraban de los pies y que cuando lo tiraban al mar, e infinidad de molestias que continuamente perturban su sueño. Al romper
el alba se despertó y estaba contento de haber podido descansar y fue cuando
vio a una anciana desgreñada y harapienta y fea que al detenerse junto a él, le
preguntó: hijo dormistes bien ? Y el le contesto perfectamente bien. Ella le dijo y no te molesto nadie en este
lugar tan solitario y el le respondió que no, entonces la viejita le dijo,
bueno hijo, yo te voy a ayudar, tu vez aquella mata de güira que esta junto al
camino, tu coges tres güiras de la derecha, la mayor la tiras cuando te marches
de aquí, la segunda cuando estés entrando en el pueblo que encuentres y la tercera la más pequeña en el lugar donde vayas a
pasar la noche. Así lo hizo y al tirar la última güira, esta contenía una
fortuna, la cual él recogió con gran asombro y admiración y no tardó mucho
tiempo en hacerse uno de los hombres más grandes y admirados en nombre y
fortuna de aquel lugar. Pasado algún tiempo Barakayi fue de paseo a su antiguo
pueblo a saludar a orunla y a su amigo Eyigey, después de saludar a orunmila y
hacerles valiosos regalos, busco a su amigo y al encontrarlo lo abrazó y le
hizo grandes varios regalos y comieron juntos, Eyigey le contó a su amigo su
situación pues él seguía en peor situación. Barakayi le contó su odisea y le
dijo que su prosperidad se debía a la obra que le había hecho orunmila,
ofreciendole dinero a su amigo y este lo rechazó por su envidia y orgullo, queriendo imitar a su amigo le pidió 10 centavos prestados y se fue a casa de orunmila con intención que este
le hiciera ebbo con el dinero que le llevaba pero orunmila le dijo que con ese
dinero no se podía hacer ebbo, que tenía que pagarle 420.00 pesos. Eyigey le contestó
si yo tuviera ese dinero no me hubiera tomado el trabajo de llegar hasta aquí y acto seguido salió de allí sin
despedirse y cogió por el camino que le había indicado su amigo, llegó al lugar
indicado junto al mar y el río vio a una anciana y las matas de güiras, por lo
que comprendió que su amigo no lo había engañado, se agachó a beber agua y la
moneda se le cayó y se puso a maldecir y despues se acosto a dormir diciendo, vamos a ver cuando
llegue la vieja hechicera, se durmió y los fenómenos que allí había no lo
dejaron dormir, por la mañana al romper el alba vio cuando venía la anciana,
esta al llegar lo saludo y le contesto entre dientes hecho del que la vieja se
dio cuenta inmediatamente, pero sin decir nada. Le preguntó hijo mío qué te
traes por aquí y el le contesto y a usted qué le importa. La anciana le dijo
hijo yo quiero ayudarte y él le dijo pues ayúdame y no me des tanta
conversación, la anciana le respondió, tú ves aquella mata de güiras cuando te
vayas de aquí, coge tres de la derecha, la mayor la tiras cuando te vayas sin
mirar para atrás, la mediana la tiras en el pueblo que te has de encontrar y la
más pequeña la tiras en el lugar donde vayas a pasar la noche. Cuando Eyigey se
iba, fue a coger las güiras y vio que las de la izquierda eran más grandes y dijo, esta cree que yo soy bobo y cogio
de esas por ser mayores y después hizo todo lo contrario, allí boto la más
chiquita, a la entrada del pueblo botó la mediana y al llegar a donde iba a
pasar la noche, tiró la más grande saliendo de esta serpientes que se le
tiraron al cuello y lo estrangularon.
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